Policiales

“Hurtado utilizaba la vulnerabilidad de las víctimas para su propio provecho”

La psicóloga de DOVIC, Myriam Munne, cuenta cómo fue el acompañamiento a las víctimas del pastor evangelista condenado a 24 años y 6 meses de prisión. "Nuestro acompañamiento es antes, durante y después el juicio", explica.

El pastor evangelista Isaías Hurtado se encuentra en prisión luego de haber sido condenado a 24 años y 6 meses por captar a personas en condiciones de vulnerabilidad para explotarlas laboralmente y abusar de al menos de cuatro mujeres, y desde la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (Dovic) explicaron que el acompañamiento a las víctimas continúa y dieron detalles de su intervención.

Fue un trabajo de muchos meses y sobre todo un trabajo muy articulado con la Fiscalía“, explicó la psicóloga de Dovic, Myriam Munne, y agregó: “Nuestro acompañamiento es antes, durante y después el juicio. Nuestra intervención es hasta el fin de la ejecución de la pena”.

“Estas personas estaban con una situación de vulnerabilidad previa, que llegaban a esta secta. ¿Qué es lo que hacía este falso pastor? Utilizaba esta vulnerabilidad para su propio provecho”, explicó Munne y dijo que lo que hizo el pastor fue “un proceso psicológico muy sutil para crear una dependencia en las personas”.

“Por ejemplo, deshacerles toda la historia para que adopten una nueva cosmovisión de la realidad”, dijo la psicóloga y explicó que, a raíz de eso, el trabajo y el gran desafío “tiene que ver con poder recomponer los lazos familiares”.

El trabajo de la Dovic tiene como fin lograr que las personas que atraviesan un proceso penal reduzcan las posibilidades de ser revictimizadas, así como que obtengan toda la información que precisen y sean consideradas en cada instancia. Entrevistas, acompañamientos, certificaciones, seguimiento a las víctimas, informes y derivaciones son algunas de esas modalidades.

La pérdida de lazos familiares

En una entrevista exclusiva con LA CAPITAL, la coordinadora del Programa de Asesoramiento y Patrocinio para las Víctimas del Delito de Trata de Personas de la Defensoría Federal, Marcela Virginia Rodríguez, había explicado que, justamente, uno de los daños más grandes que había causado Hurtado era el de la ruptura de lazos familiares.

La postura de Rodríguez va en la misma sintonía que la expuesta por la psicóloga de la Dovic y explica que en el caso de Hurtado se dio “un patrón sistemático común de captación y lavado de cerebro en estos mecanismos de trata y reclutamiento”. El pastor “aislaba a las víctimas de una u otra manera de sus familias y amigos y había una presión extrema contra todo lo que pudiera hablar mal de Hurtado, su esposa, la iglesia”.

La coordinadora del Programa de Asesoramiento y Patrocinio para las Víctimas del Delito de Trata de Personas explica que en los testimonios de las víctimas quedó en evidencia que Hurtado “les daba un mensaje de aliento y prosperidad a personas en crisis familiares o espirituales, es decir en situación de vulnerabilidad”.

La captación en estos casos, según relataron las víctimas, “destrozó” sus familias. Hurtado separaba a los “fieles” de sus seres queridos, los aislaba, los enajenaba. “No es necesario ser creyente para darse cuenta del nivel de daño que causaron en estas personas. Para ellos, no poder volver a entrar a una iglesia es terrible. Siguen creyendo en Dios, pero dicen que no pueden entrar más a un templo”, remarcó Rodríguez.

 

 

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